miércoles, 15 de mayo de 2013

Holograma de mil pétalos

Estás en la cara del diablo y luego
crees que sufre el de a lado. Te afliges,
pero eres tú el único ser sufriendo.

Cierto, Mahoma tenía razón el cerro por fin se movió.
Tu primera palabra fue olvido, tu última olvidado.
Se fue la luz, pero no tu luz. Esa perduró para siempre
inmortal como holograma de mil pétalos.

Mi tornado de quince segundos, te confundí con un
depredador pero recordé que sólo habitan en la ausencia
de luz y ese día estaba muy iluminado para ser posible.

Si estás corrompido no existes. A medida que el vaticano
se hunde yo siento más amor hacia el mundo.
Melodía que siempre estará allí para recordarte a qué has bajado
a este plano.

Vengo testigo de la mujer postmoderna con su ciencia del
glamour. Predicadores se equivocarán todos los domingos.
Viajas a través de todas las conversaciones que
existieron en el mundo recopilando suficiente humildad,
la necesaria para escuchar esta poesía que te despega
un poco más del suelo, que permite que tu sueños se salgan
de la caja.

La lluvia es música de fondo. Siempre ocurren muchas cosas a la vez.
Una canción convertida en acrónimo, la vida
minimizada a un acrónimo.

Cuando te conocí pensé que eras una canción pero respiro el aire
más puro incluso en el vacío y estoy por encima de todos los problemas
del mundo.
Tu tierra es un concurso de ver quién sufre más, ya no sufras más.
Enfoca todo tu ente y me entenderás cuando te mueras.


-Alejandro