viernes, 28 de febrero de 2014

Veintisiete de febrero de dos mil catorce

Nos vamos a Europa:
tierras-mujeres, clima-animales.
Regreso: América, drogas
y punto final.
Pero ella, y ella, y ella,
 y ella tienen novio.
Hueles a muñeca recién sacada
de su estuche.
Sentí náuseas cuando esuché;
no en portugués sino
en castellano.

Necesito de un milagro oscuro,
de un fenómeno bonito.
De la voz reverberada, potente,
oscura; te asusta.
Aplausos y luego el suicidio.

Que fluyan los poetas de La del Valle,
aquí no hay guerra; no hay ni padre-rico ni padre-pobre.
Aquí estamos todos disque
escribiendo por el gusto y la arrogancia
no-respectivamente hablando.


-Alejandro

viernes, 21 de febrero de 2014

La fragancia equivocada

Honro mi infancia como 
a templo ancestral.
Querer contar los planetas 

sería querer contar los 
microobios en esas manos
tuyas que no te lavas.

Tengo la mano dormida 

por no digiturbarte.
Beso falso.
Tengo un peyote albino 

para regalarte.
 

A lo mejor no sabemos nada.
A lo mejor me puse la fragancia 

equivocada.
El caso es que aquí en la Alameda 

todo el mundo es feliz, por lo 
menos el fin de semana.

Y rocker no soy; sino aprendiz de rocker.
Y poeta no soy; sino pseudopoeta.

Perdón que esté tan borracho pero
es que me da risa todo esto mi querido

proxeneta.


-Alejandro

domingo, 16 de febrero de 2014

The passenger

Bala perdida estás
bajo el efecto del café.

El tal "Dioziitoh" se va
de nalgas al conocer a Satanás.
Porque me harté
de basuritas en el ojo.

Qué va saber Alfonso Reyes
de ser regiomontano universal
si nunca escuchó a Límite
con Alicia Villarreal.

Mi mundo decídete ya; o te calientas
o te enfrías.
La Flora le canta a la Fauna:
"Phaedra es mi nombre".

Y también estoy seguro que
llegará el momento en que de ti
me voy a despedir una y otra,
y otra, y otra y otra vez
porque no queremos irnos,
por el vicio de estar chingando aquí.


-Alejandro