domingo, 25 de agosto de 2013

Yo no leería esto

Un cangrejo se dibuja
en la noche de mis ojos
cerrados.

Tus libros del mañana
los escribes justo ahorita.
Mereces las cucarachas que
están comiendo las palabras
que flotan en ellos.

Ya ves que no sirvieron
tantos cantos, ni coros
mentales invertidos
en causas perdidas de tus
amores obsoletos.
Ya ves de tus romances
pendientes, interrumpidos
por la edad y la geografía,
sólo quedó un holograma.

Quiero tu ubicación exacta
y luego pienso que el
suicidio de Waldo es
contagioso pues
vino al mundo moribundo.
Ese mundo que surfea
en una de tus lágrimas.
Con más de mil corales
reforestados, la noticia
de ficción en su género.

Ya no espero la lluvia
de flores y lágrimas de plata.
Ni tampoco a las sirenas calvas
ni la sinfonía del grillo, todo
ello narrado en aquella cruel etapa.
Ya que se abran grietas,
ya que se levante la Tierra, ya me
vale verga.
No me importa que
más gente muera, que mueran
las colonias y que nazca
lo que tenga qué nacer.

Todo lo que construya
recintos para expandir
Consciencia.
Toda la corrosión de
mi ánimo está siendo
eclipsada por esta droga
que no es droga y vive
y llora en mi corona.

El eco de una risa.
Tu nueva patria está en
camino.
Voy a extrañar a los
árboles de esta nación.

Eso que quede claro,
para escribir, no se
necesitan manos.


-Alejandro

martes, 13 de agosto de 2013

Creo que lo sabes muy bien

Quisiera estar parado en
el zacate subiendo la mirada
y lanzando añoranzas al vacío
de la noche a cero grados.

Buscando las raíces de la anacua
donde trepaba el centipedo azulejo.
Quiero flotar sobre el zacate y
quiero abrazar la montaña ya
abrazada por las nubes.
Quiero ser un demonio japonés.
 
Leer pura poesía local
es como ser eunuco
pudiendo ser Don Juan.

Las estrellas son destinos y las
próximas paradas.
Quiero que el zacate sea mi

destino y mis próximas paradas.


-Alejandro

miércoles, 7 de agosto de 2013

La maquinaria del destino

Perdí a propósito tu cara 
de esqueleto de bruja para 
esta orgía de palabras
que a un poema van a gestar, parir.
Canción de la ritmia cardíaca
y el camino del caballo.
A veces me pasa, no quiero salir de casa.
A veces me pasa, prefiero estar
con los perros. No pesan los cuerpos
en el agua. 
Casi no puede sonreír
puesto que trae la nada en su bolsillo
y sus lágrimas congeladas.

Tiene belleza suficiente
para provocar mucho dolor.
No muevas la vista que
los átomos desaparecen.
La mitad de este pan
para mí y la otra para la
superconciencia, los pájaros
y las hormigas del tonto que
fui hoy.

El tonto que hasta el fin
defiende sus tonterías
porque a todo quiere ponerle
correa.
 
No progresa, éste, 
tu amor industrializado.
De la cama al volante, del volante
a la carretera y en ella no resisto
a otro perro atropellado.

Las lechuzas son maldita poesía,
poesía maldita. Hoy pasé por la
casa de una vieja disfrazada de joven.
Y hoy pensamos, mañana
reímos. Hoy filosofía, mañana
poesía, bien dicen que son gemelas
la risa y la sabiduría.

Lo único que pido es una
planta que sea pelirroja y de
ojos rasgados y que hable
español, que sea todo lo que
yo no soy.

Mientras sostengo en mi mano
una chiche de Isadora.
Esto es como en el sueño donde
brillaba tu corazón y tu mente
y donde las balas no te alcanzan
porque ya empezaste a volar
en el ahora.


-Alejandro